Escritura: proceso que implica pasión y creatividad
escritura es aún la actividad comunicativa y cognitiva por excelencia. Con frecuencia se escucha hablar de la importancia de escribir, las madres de los escolares presumen de las capacidades lectoescrituras de sus hijos y es común ver un número significativo de estudiantes inscritos en cursillos de lectura rápida para desarrollar competencias en la lectura y composición de textos.
En palabras de Vygotsky (1983, p. 201): «A los niños se les enseña a escribir como un hábito motor determinado y no como una compleja actividad cultural».
es una expresión de pensamientos, no se trata de una lista de palabras copiadas sino de una intención reflejada en la fluidez y coherencia de un texto; más que una habilidad manual, es un proceso complejo de pensamiento en el que se revela la capacidad que tiene una persona de generar ideas, establecer relaciones entre ellas para dar un orden lógico y traducirlo a palabras en un buen discurso. Aprender a escribir «activa una fase de desarrollo de los procesos psicointelectivos enteramente nueva y muy compleja» (Luria, Leontiev y Vygotski 2007, p. 38).
LECTURA
Leer es un medio efectivo para lograr el desarrollo intelectual, social, espiritual y moral del hombre, por lo tanto, la lectura reviste una alta significación y constituye un elemento esencial en la formación integral de las nuevas generaciones. En la esfera intelectual, la lectura ayuda a fomentar patrones de raciocinio. Es un estímulo para el desarrollo del pensamiento y sirve de modelo a la actividad intelectual. Desde el punto de vista del contenido, pone al lector en contacto con el conocimiento de la cultura humana en toda su amplitud y profundidad. En la esfera educativa, la lectura constituye uno de los medios de aprendizaje más eficaces. No solo facilita al discente su formación técnica o profesional, sino que el uso sistemático de los diferentes textos fomenta en el lector hábitos de estudio independiente que le servirán para ampliar cada vez más el cúmulo de conocimientos.
De igual modo, contribuye a desarrollar habilidades en la expresión oral y escrita, que permiten hacer un uso de la lengua cada vez más correcta, culta y expresiva. Desde el punto de vista psicológico, la lectura es una actividad valiosa, por medio de la cual no solo se alcanzan momentos de recreación, sino que ayuda a ampliar los límites de la experiencia. La lectura incita a analizar la conducta humana, a valorar las actitudes positivas o negativas; contribuye a crear patrones de conducta más elevados. Sin embargo, la lectura tiende a ser un término ambiguo; pues, generalmente, se asocia texto, o a la acción de leer o, incluso, al método empleado en la enseñanza de la lengua. Esto hace necesario la precisión de este concepto.
Por su parte E. Grass (1986:27) hace referencia a los siguientes:
Lectura silenciosa: contribuye notablemente al desarrollo de las capacidades intelectuales del individuo, constituye el medio idóneo en la adquisición de un porciento elevado de conocimientos. Lectura oral: difiere de la silenciosa en su forma de manifestarse.
Lectura expresiva: la práctica de esta contribuye al perfeccionamiento de la dicción y la entonación de los discentes.
Lectura dramatizada: contribuye a la formación integral de los pupilos, a través de esta se ponen de manifiesto las habilidades logradas en la lectura oral y expresiva. Cada lector debe representar a los personajes por medio de la voz.
Lectura coral: tiene objetivos comunes a los de la lectura dramatizada pero además lo fundamental es lograr el ritmo adecuado y una armonía vocal parecida a la de los coros cantados.
Lectura creadora: contribuye a que los alumnos aprendan a redactar. Por medio de esta los discentes hacen suya la obra, la viven, la asimilan. Para desarrollar las habilidades que intervienen en el proceso de decodificación de textos, es necesario sistematizar las operaciones que intervienen en la acción de leer y una clasificación didáctica sintetizada sería de gran utilidad pues hace que el educador conozca la vía más directa entre un punto X (en que se encuentra el estudiante) y un punto Y que es donde el maestro quiere que el alumno llegue.
La Lectura Crítica (Revisión o de trabajo) que es la que realiza el lector para determinar las características, ideas, intenciones y otros elementos que pueden ir desde una simple revisión para determinar si lee un texto con mayor rigor hasta las lecturas de análisis crítico que realiza un crítico literario.
La Lectura de exploración: es la que se realiza con el objetivo de obtener la clave semántica. Por lo general, se desarrolla cuando se está presionado con el tiempo. Se lleva a cabo leyendo el primer y último párrafos en textos cortos; en extensos se debe leer además la primera y última oración de los párrafos del medio.
La Lectura Cognitiva o de estudio es la que realiza el lector con el objetivo de profundizar en el conocimiento de la realidad objetiva y por último no solo se lee con la finalidad del conocimiento, por establecer relaciones de trabajo, sino que también se lee por el placer de leer. Leer cuentos, poemas, novelas cómicos; constituye un gran liberador de tensiones, de ahí la Lectura Lúdrica o de esparcimiento.
La mayoría de los niños aprenden a leer a los 6 ó 7 años. Algunos niños aprenden a los 4 ó 5 años. Incluso si un niño se encuentra en ventaja, es posible que la pierda al comenzar la escuela. Es muy probable que los demás estudiantes alcancen el nivel en segundo o tercer grado. Presionar a un niño para que lea antes de que esté preparado puede afectar el interés de los niños por aprender. Los niños que realmente disfrutan de aprender tienen más probabilidades de que les vaya bien en la escuela. Este amor por el aprendizaje no puede forzarse.
Consejos sobre la lectura
A continuación, se presentan algunos consejos para tener en cuenta cuando su hijo está aprendiendo a leer:
- Destine tiempo todos los días para leer juntos. A muchos niños les gusta que les lean historias a la hora de dormir. Esta es una excelente forma de relajarse después de un día atareado y de prepararse para dormir.
- Deje libros en la habitación de su hijo para que los disfrute por su cuenta. Asegúrese de que la habitación de su hijo sea propicia para la lectura, con una cama o una silla cómodas, una biblioteca y una lámpara de lectura.
- Lea libros que su hijo disfrute. Después de un tiempo, es posible que su hijo aprenda las palabras de su libro favorito. Cuando esto suceda, permita que su hijo complete las oraciones o túrnense para recitar las palabras.
- No insista en que su su hijo aprenda letras, números, colores, formas o palabras. En cambio, haga juegos con estos elementos y encuentre formas de fomentar la curiosidad y los intereses de su hijo.
referencias
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Rodríguez Martín, Inés (2016). Enseñanza inicial de la lengua escrita: cuándo iniciar la enseñanza y cómo hacerlo. Una reflexión desde las creencias de los docentes.
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Bustamante Zamudio, Guillermo; Jurado Valencia Fabio. (1997). Entre la lectura y la escritura. Hacia la producción interactiva de los sentidos.
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Helping Your Child Learn to Read (Copyright © 1999 American Academy of Pediatrics)
Elaborado por:
Íngrid Paola Villamil
Viviana carolina castiblanco